sábado, 18 de agosto de 2012

BOAMISTURA


En el mundo somos muchos y cada uno de nosotros con una mirada, una perspectiva, una percepción, una manera de ser y sentir diferente. Estas formas de ver y conocer nuestro entorno, también nos lleva a afrontar la vida de distinta manera. A cambiar las cosas que no nos gustan. Unos eligen la violencia y otros eligen el conocimiento, la educación. ¿Por qué digo todo esto? Porque estamos pasando momentos duros en los que se pone a prueba nuestras capacidades de supervivencia, de superación, en los que muchos individuos creen que la lucha armada, la extorsión, la delincuencia, que ellos se empeñan en llamar justicia, es lo único que conocen para “cambiar y mejorar” el rumbo de las cosas. Luego están aquellos a los que apenas se oye, a los que los medios no dedican ni un segundo ni una palabra, y que están consiguiendo mucho más, un cambio más profundo y duradero a través de la educación. Esta última mirada y actitud para enfrentarse y luchar por un nuevo mundo considero que es la correcta. Porque ¿de qué sirve cambiar las cosas con violencia, muerte y destrucción, si no se educa, si no se enseña a respetar, a convivir, a empatizar, a utilizar esa fuerza y esas ganas en construir un lugar mejor para todos, a crecer, evolucionar?

Un ejemplo de mejora, de lucha, de denuncia y crítica de lo que ocurre, no solo en los países que hoy pasan por una crisis económica y moral, si no en países que llevan toda su vida en crisis, marginados, olvidados a su suerte por los gobernantes y por el resto de ciudadanos. No es otro que el de un colectivo que nació en Madrid a finales de 2001, formado por el Arquitecto Javier Serrano “Pahg”, el Ingeniero de Caminos Rubén Martín “rDick”, el Publicista Pablo Purón “Purone” y los Licenciados en Bellas Artes Pablo Ferreiro “Arkoh” y Juan Jaume “Derko” llamado BOAMISTURA que significa “buena mezcla”. Utilizando el graffiti, entre otras artes, como medio para hacer llegar su mensaje. Su obra se desarrolla principalmente en el espacio urbano, aunque también realizan exposiciones en museos y centros culturales por diferentes lugares del planeta, Sudáfrica, Noruega, Berlín o Sao Paulo. En este último, quisieron dar otra imagen a los suburbios de Brasil, lo que conocemos como favelas, pintando sus calles, sus casas y haciendo partícipes a los lugareños. Mostrándoles que se puede cambiar y mejorar el entorno, la situación que les rodea, con algo tan sencillo como un pincel. Y que esto solo es el principio de algo más grande.

Este colectivo no utiliza otra fuerza, otra arma que no sea la creatividad, la constancia, el ingenio y la educación para enriquecer, renovar y regenerar el mundo.

He querido destacar a este grupo de artistas para mostrar que hay formas más efectivas, pacíficas y responsables de modificar las cosas. Que la violencia, sea del color o la forma que sea, no conlleva más que a la destrucción, la pérdida de identidad, el sufrimiento... Y que con la educación y el conocimiento se puede llegar más lejos.