En
el mundo somos muchos y cada uno de nosotros con una mirada, una
perspectiva, una percepción, una manera de ser y sentir diferente. Estas
formas de ver y conocer nuestro entorno, también nos lleva a
afrontar la vida de distinta manera. A cambiar las cosas que no nos
gustan. Unos eligen la violencia y otros eligen el conocimiento, la
educación. ¿Por qué digo todo esto? Porque estamos pasando
momentos duros en los que se pone a prueba nuestras capacidades de
supervivencia, de superación, en los que muchos individuos creen que
la lucha armada, la extorsión, la delincuencia, que ellos se
empeñan en llamar justicia, es lo único que conocen para “cambiar
y mejorar” el rumbo de las cosas. Luego están aquellos a los que
apenas se oye, a los que los medios no dedican ni un segundo ni una
palabra, y que están consiguiendo mucho más, un cambio más
profundo y duradero a través de la educación. Esta última mirada y
actitud para enfrentarse y luchar por un nuevo mundo considero que es
la correcta. Porque ¿de qué sirve cambiar las cosas con violencia,
muerte y destrucción, si no se educa, si no se enseña a respetar, a
convivir, a empatizar, a utilizar esa fuerza y esas ganas en
construir un lugar mejor para todos, a crecer, evolucionar?
Un
ejemplo de mejora, de lucha, de denuncia y crítica de lo que ocurre,
no solo en los países que hoy pasan por una crisis económica y
moral, si no en países que llevan toda su vida en crisis, marginados,
olvidados a su suerte por los gobernantes y por el resto de
ciudadanos. No es otro que el de un colectivo que nació en Madrid a
finales de 2001, formado
por el Arquitecto Javier Serrano “Pahg”, el Ingeniero de Caminos
Rubén Martín “rDick”, el Publicista Pablo Purón “Purone” y
los Licenciados en Bellas Artes Pablo Ferreiro “Arkoh” y Juan
Jaume “Derko” llamado BOAMISTURA que
significa “buena mezcla”. Utilizando el graffiti, entre otras
artes, como medio para hacer llegar su mensaje. Su obra se desarrolla
principalmente en el espacio urbano, aunque también realizan
exposiciones en museos y centros culturales por diferentes lugares
del planeta, Sudáfrica, Noruega, Berlín o Sao Paulo. En este
último, quisieron dar otra imagen a los suburbios de Brasil, lo que
conocemos como favelas, pintando sus calles, sus casas y haciendo
partícipes a los lugareños. Mostrándoles que se puede cambiar y
mejorar el entorno, la situación que les rodea, con algo tan
sencillo como un pincel. Y que esto solo es el principio de algo más
grande.
Este
colectivo no utiliza otra fuerza, otra arma que no sea la
creatividad, la constancia, el ingenio y la educación para
enriquecer, renovar y regenerar el mundo.
He
querido destacar a este grupo de artistas para mostrar que hay formas más efectivas, pacíficas y responsables de modificar las cosas. Que la violencia, sea del color o la forma que
sea, no conlleva más que a la destrucción, la pérdida de
identidad, el sufrimiento... Y que con la educación y el
conocimiento se puede llegar más lejos.
¡Qué gusto da que se resalten estas cosas! Comparto todo lo que dices. No conocía Boa Mistura, así que apunto otro descubrimiento en tu haber.
ResponderEliminarParece muy interesante. Especialmente que saquen a la calle sus manifestaciones artísticas y lo hagan con la complicidad de las personas de ese entorno.
Quizás sea más complicado cambiar las cosas desde una mirada constructiva, pero es la única manera de que a la larga los cambios sobrevivan.