Por ejemplo, los anuncios de bebidas alcohólicas (cerveza, licores e incluso refrescos) se dirigen a un target masculino. Los hombres son los que disfrutan de los amigos, los bares, de las chicas, la juerga, etc. El papel de la mujer, si lo tiene en estos spots, es simplemente de objeto, ya sea de relleno ya sea sexual.
Otro tipo de anuncios con un target o público objetivo masculino son los vehículos. Coches de lujo, elegantes, prestigiosos, grandes, de alta clase social. Marcas como Mercedes, Audi, Wolkswagen, BMW, Jaguar... Productos destinados al disfrute del hombre.
Publicidad de desodorantes, el hombre siempre sale tapado con una toalla o con un pantalón o vestido completamente, sólo se muestra su pecho. En cambio, cuando es la mujer la protagonista, aparece completamente desnuda, la cámara se recrea en todo su cuerpo.
Los anuncios en los que su público objetivo es la mujer, son muy diferentes de los de los hombres. Cuando la mujer publicita comida es para cuidarse, para alcanzar una figura ideal. El hombre disfruta, anuncia hamburguesas, pizzas, en definitiva, comida basura. La mujer sólo lo hace en alimentos bajos en calorías.
Productos de limpieza, en este caso han querido cambiar la dirección, pero ¿de qué modo lo han hecho? La mujer sigue anunciándolos, pero es el hombre el inteligente, el que le da consejos sobre limpieza y qué productos son mejores para quitar manchas, desde cuándo el hombre sabe más sobre esto que la mujer, ¿por qué hay que diferenciar entre sexos?. Un ejemplo lo podemos encontrar en “Viakal baño”.
Automoción. Como he comentado antes, los coches con clase, prestigio, lujo, elegancia tienen un target puramente masculino, ¿qué tipo de vehículos anuncia la mujer? Coches utilitarios, pequeños, prácticos, sencillos, fáciles de manejar.
Podría seguir y seguir poniendo ejemplos y clases de anuncios en los que se demuestra lo poco que hemos cambiado en cuanto a sexismo. Con el comienzo de la televisión, las mujeres publicitaban productos de limpieza, lavadoras, hornos, ropa interior, detergentes, etc. El hombre siempre se le han asociado productos que tienen que ver con el hedonismo, la elegancia, el estatus. Seguimos diferenciando entre sexos, colocando a la mujer en el rol de ama de casa, madre, objeto sexual. Al hombre como macho, con derecho a disfrutar de los placeres de la vida.
Es triste, se dice que la publicidad refleja a la sociedad. Por lo que, atendiendo a sus spots, vemos que seguimos como en la época de nuestros padres y abuelos. La mujer sigue en su rol y el hombre en el suyo. Los niños visten de azul y las niñas de rosa. Los niños juegan con bicis, muñecos, coches. Las niñas con muñecos que simulan bebés, cocinas, etc.
Nos venden una sociedad liberada. El hombre y la mujer en igualdad de condiciones, deberes, derechos y obligaciones. Pero todo es mentira, es una ilusión. Es cierto que la mujer ahora trabaja fuera de casa, puede optar a mejores puestos. Aunque eso sí, cobrando menos que el hombre, con más esfuerzo. Se ha engañado a la mujer, ahora además de trabajar fuera de casa como una leona, al llegar a ella debe seguir sus labores, doble trabajo. Cuidar, educar y ocuparse de los niños, platos, limpieza, ropa, etc., etc.
Nos venden una sociedad liberada. El hombre y la mujer en igualdad de condiciones, deberes, derechos y obligaciones. Pero todo es mentira, es una ilusión. Es cierto que la mujer ahora trabaja fuera de casa, puede optar a mejores puestos. Aunque eso sí, cobrando menos que el hombre, con más esfuerzo. Se ha engañado a la mujer, ahora además de trabajar fuera de casa como una leona, al llegar a ella debe seguir sus labores, doble trabajo. Cuidar, educar y ocuparse de los niños, platos, limpieza, ropa, etc., etc.
En fin, que no hemos cambiado nada. Si nos fijamos en la tecnología el avance ha sido enorme. Pero en cuanto a mentalidad, no, aquí no se ha producido ninguno. Y si lo ha hecho ha sido hacia atrás, no hacia adelante. Somos igual que en la época de nuestros antepasados. Sigue existiendo el machismo, la homofobia, el racismo, el maltrato, la ignorancia. Hemos perdido valores de convivencia, comunicación...
Para que exista una igualdad verdadera, debemos cambiar nuestra actitud, ha de haber un cambio profundo. Debemos educarnos en todos los campos (ciencia, letras, arte, música, sexualidad, respeto, igualdad...). Es la única manera de conocer, de abrir nuestra mente, de dejar de tener miedo al cambio, a lo diferente, a no ver enemigos donde no los hay. A poder cambiar los roles que persiguen tanto a hombres como mujeres.